lunes, 3 de octubre de 2016

esperamos que no se haga el sueco

Nobel de Medicina para Yoshinori Ohsumi por descubrir un proceso clave de las células

Un biólogo de 71 años
La Academia Sueca galardonó al japonés por sus hallazgos sobre la autofagia, mecanismo esencial de la renovación celular. 
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El japonés Yoshinori Ohsumi fue galardonado hoy con el premio Nobel de Medicina por sus descubrimientos sobre la autofagia, a través de la cual las células digieren sus propios desechos y cuya disfunción puede provocar enfermedades como el Parkinson o la diabetes.

Ohsumi, de 71 años, realizó la mayor parte de su carrera de biólogo en la Universidad de Tokio, donde sus experimentos arrojaron las claves esenciales para comprender la renovación de las células, el envejecimiento y la respuesta del cuerpo ante el hambre y las infecciones.
"Las dificultades para estudiar el fenómeno hacían que supiéramos poco sobre el tema hasta que, en una serie de experimentos brillantes a principios de los años 90, Yoshinori Ohsumi utiliza la levadura para identificar los genes esenciales de la autofagia", explicó la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska, que otorga el premio. "Después continuó para dilucidar los mecanismos subyacentes de la autofagia en la levadura y demostró que nuestras células empleaban un sofisticado mecanismo similar", agregó.
El belga Christian de Duve, uno de los tres laureados con el Nobel en 1974, fue quien dio nombre al proceso de la autofagia. De Duve también participó en los estudios que le valieron en 2004 el Nobel de Química al estadounidense Irwin Rose y a los israelíes Aaron Ciechanover y Avram Hershko.
El proceso es esencial para la renovación celular. Nuestras células se autodestruyen, se encierran en unas vesículas con doble membrana y luego pasan a los lisosomas, los organismos encargados de digerir y destruir los desechos y bacterias.
Su mal funcionamiento puede comportar todo tipo de enfermedades, incluidas las llamadas "lisosómicas", de origen genético, así como la enfermedad de Huntington, el Alzheimer, la enfermedad de Crohn, miopatías, etc. "Problemas en la autofagia han estado ligados a la enfermedad de Parkinson, a la diabetes tipo 2 y a otros problemas que aparecen en las personas mayores", según el jurado.
"Las mutaciones de genes de la autofagia pueden provocar enfermedades genéticas. En la actualidad, se está llevando a cabo una investigación intensa para desarrollar tratamientos que puedan apuntar hacia la autofagia en diferentes afecciones", subrayó.
Ohsumi, profesor honorario de la Universidad tecnológica de Tokio, fue premiado con 934.000 dólares. "Estaba un poco sorprendido", contó el secretario del jurado, Thomas Perlmann, que le avisó por teléfono antes del anuncio.
En sus primeras declaraciones luego de la noticia, Ohsumi destacó la importancia de "marcarse un reto" a pesar de que "no toda investigación científica pueda resultar un éxito". 
"Es un honor poder ser valorado de esta manera porque yo he hecho un estudio de medicina básica. Este galardón es el mayor motivo de alegría y satisfacción para un científico", explicó a los medios el biólogo japonés de 71 años nada más conocer la noticia de que el Instituto Karolinska de Suecia le ha otorgado el Nobel de Medicina.
Ohsumi, que trabaja en el Instituto de Tecnología de Tokio, ha sido reconocido por descubrir el procedimiento para degradar y reciclar componentes celulares, conocido como "autofagia".
En cuanto a su motivación, Ohsumi, sexto nobel de Medicina nacido en Japón, aseguró que siempre quiso estudiar "materias que no han sido estudiado por otros científicos", según declaraciones recogidas por la cadena pública NHK.

Sobre el descubrimiento, el presidente de la Asamblea Nobel de Medicina, Rune Toftgard, destacó que "si la función de la autofagia es defectuosa, las células nerviosas no pueden funcionar correctamente. En estudios experimentales se vio también que el embrión no puede desarrollarse con normalidad".

En 2015, el premio fue otorgado al irlandoestadounidense William Campbell, al japonés Satoshi Omura y a la china Tu Youyou por sus descubrimentos en los tratamientos contra infecciones parasitarias y el paludismo. El Nobel de medicina es el primero de la temporada de los premios 2016. Le seguirán el martes el de física, el miércoles el de química, el viernes el de la paz y el lunes el de economía. El Nobel de literatura será anunciado el 13 de octubre. 

UNIVERSO LOCO,LOCO,LOCO...Y CUANTICAMENTE CUANTICO

Se buscan voluntarios cuánticos para participar en el Gran Test de Bell


¿Cambian los átomos cuando los miramos? ¿Pueden hablar entre ellos para decirse que los estamos observando? Un nuevo proyecto tratará de responder a estas preguntas con la ayuda de todos los ciudadanos dispuestos a generar ceros y unos de forma aleatoria en el Gran Test de Bell, un proyecto mundial coordinado desde el Instituto de Ciencias Fotónicas, en Barcelona, para realizar experimentos de física cuántica en diferentes laboratorios de todo el mundo el 30 de noviembre.
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<p>En 2015, el campus de la Universidad Técnica de Delft (Países Bajos) fue el escenario de un test de Bell en el que dos electrones separados más de un kilómetro mantuvieron una conexión invisible e instantánea. / UT Delft</p>
En 2015, el campus de la Universidad Técnica de Delft (Países Bajos) fue el escenario de un test de Bell en el que dos electrones separados más de un kilómetro mantuvieron una conexión invisible e instantánea. / UT Delft
El sentido común nos dice que la materia existe independientemente de nosotros, pero la física cuántica de Niels Bohr afirma que observar el mundo lo puede cambiar, una idea a la que se oponía con vehemencia su amigo Albert Einstein.
Una de las vías con la que los físicos investigan cuál de los dos grandes científicos tenía razón es el test de Bell, con el que tratan de descubrir si las partículas cuánticas realmente están entrelazadas de forma secreta y 'conspiran' cambiando su apariencia solo cuando las miramos.
El próximo 30 de noviembre cualquier persona tendrá ocasión de participar en el denominado Gran Test de Bell (The BIG Bell Test, en inglés), para demostrar, por primera vez, que las decisiones humanas pueden contribuir a la ciencia fundamental, y, a la vez, poder llevar a cabo pruebas científicas nunca antes realizadas.
Los participantes se enfrentarán al reto de crear una secuencia de ceros y unos los más aleatorios posible
Este proyecto está coordinado por el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), que con la ayuda de los bellsters, ese día llevará a cabo experimentos de física cuántica de forma simultánea en diferentes laboratorios de todo el mundo.
Para que la iniciativa funcione se requiere la contribución de al menos 30.000 personas, que podrán participar a través de un videojuego, creado específicamente para este proyecto, en el sitio webhttp://www.thebigbelltest.org.
Todo aquel que se una a la iniciativa se enfrenta al reto de crear una secuencia de ceros y unos los más impredecibles o aleatorios posible. Estos bits se enviarán en tiempo real a los experimentos de física cuántica, donde van a determinar las 'preguntas' (es decir, las mediciones realizadas) de los objetos cuánticos, que incluyen átomos, fotones y superconductores.
Carlos Abellán, estudiante de doctorado en el ICFO e instigador del proyecto, además de ser el diseñador de la plataforma que redirigirá los datos a cada laboratorio, señala: "Lo más fascinante del BIG Bell Test es que las personas y los científicos juegan un papel de igual importancia para el éxito del experimento. Es una oportunidad única para acercar la investigación de frontera en física cuántica a la gente".
El objetivo principal de The BIG Bell Test es demostrar, por primera vez, que las decisiones humanas pueden contribuir a la ciencia fundamental, y, al mismo tiempo, llevar a cabo una serie de experimentos nunca antes realizados.
“La física esconde misterios muy profundos que sólo pueden estudiarse mediante preguntas impredecibles de la naturaleza”, comenta el profesor Morgan Mitchell, del ICFO. “En términos generales, la idea recae en que si la naturaleza sabe lo que le vamos a preguntar, podría engañarnos con una respuesta preparada”.
Una paranoia apropiada
“Normalmente los científicos no son tan paranoicos, pero algunas de las predicciones hechas por la física cuántica son tan extrañas –partículas diminutas que se hablan la una a la otra separadas por enormes distancias, objetos que se comportan de manera diferente cuando no los estamos mirando–, que llevan a pensar que la paranoia es completamente apropiada, incluso necesaria. En este contexto, los seres humanos toman decisiones independientes, las cuales son muy valiosas, y comprenden una forma única de hacer preguntas impredecibles, sin importar qué secretos la naturaleza nos podría estar escondiendo", añade.
Esta iniciativa surgió a raíz de las contribuciones hechas por el ICFO a los experimentos de Bell realizados en el 2015, experimentos que supusieron una atención y dedicación extraordinaria a la naturaleza de la aleatoriedad y su papel en experimentos de física. Este instituto contribuyó a estos experimentos aportando un generador físico de números aleatorios que produce números aleatorios muy puros y a una velocidad muy rápida.
Aquellos experimentos fueron los que inspiraron la idea de realizar un experimento a gran escala controlado por seres humanos y utilizando las tecnologías de internet actuales. 

Nueve experimentos globales para The BIG Bell Test

El próximo 30 de noviembre habrá nueve experimentos del Gran Test de Bell llevándose a cabo de forma simultánea en instituciones científicas de todo el mundo:
CQC2T - Universidad de Griffith y EQUS - Universidad de Queensland (Brisbane, Australia)
CEFOP / Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Concepción (Concepción, Chile), nodo que incluye al Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Linköping, la Universidad de Sevilla y el Dipartimento di Fisica en la Sapienza Università di Roma.
CAS –Universidad de Ciencia y Tecnología de China (Hefei, China)
ICFO (Barcelona)
IQOQI / OEAW (Viena, Austria)
Universidad LMU-Ludwig-Maximilian (Munich,Alemania)
CMLP - Université Nice/CNRS (Niza, Francia)
QUDEV- ETH Zurich (Zurich, Suiza).