lunes, 15 de febrero de 2010

una nube de pedos....

Trinidad Jiménez y Griñán destinan 40 millones a una planta 'ficticia' de vacunas

.Trinidad Jiménez y Griñán destinan 40 millones a una planta 'ficticia' de vacunas

La psicosis de la gripe A abrió una jugosa oportunidad de negocio para los Laboratorios Farmacéuticos Rovi. Sus buenas relaciones con el Ministerio de Sanidad y la Junta de Andalucía, así como el respaldo de Bernat Soria, fueron suficientes para desarrollar un ambicioso proyecto con financiación pública: construir una gran planta en Granada que produjera y comercializara vacunas para España, África y América Latina. Una gran idea, excepto porque la española Rovi no sabe, ni tiene la tecnología adecuada para fabricar vacunas. Y porque su pacto con una empresa estadounidense para que le proporcionara el know-how necesario se derrumbó la semana pasada.

Rovi informó el 30 de junio de 2009 a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de la firma de un protocolo con el Ministerio de Sanidad y las consejerías de Salud y Empresa de la Junta de Andalucía para crear un centro de investigación y producción de fármacos contra la temida pandemia. Ese mismo día, la farmacéutica comunicó a la CNMV “la firma de un acuerdo inicial” con la estadounidense Novavax que le permitiría utilizar su tecnología para fabricar las vacuna contra la gripe A.

Este acuerdo con Novavax permitió a Trinidad Jiménez y José Antonio Griñán publicitar a bombo y platillo que España se disponía a producir sus propias vacunas, y que Granada, en palabras del presidente andaluz, ya no era “sólo la ciudad de la justicia, sino del conocimiento y de la investigación”. Además, Griñán puso este proyecto como ejemplo de la nueva economía sostenible y se mostró convencido de que situaría a España “a la vanguardia del I+D+i”. Por su parte, Jiménez valoró la iniciativa como “un gran paso adelante”, y afirmó que dotaría a España de “suficiencia” en materia de vacunas.

Las diferentes administraciones no tardaron en ponerse de acuerdo para financiar el proyecto. Según consta en la nota de Rovi a la CNMV, “el Gobierno español financiará con un préstamo de 25 millones de euros la creación de una fundación sin ánimo de lucro” para apoyar el desarrollo clínico y otros estudios que conduzcan a la aprobación en la Unión Europea de las vacunas producidas en Granada. Asimismo, la Junta de Andalucía se comprometió a “asumir la mayor parte del coste de la fábrica y del equipamiento que s estima en aproximadamente 20 millones de euros, siendo el resto aportado por Rovi”. El Gobierno andaluz fijó en 12 millones la subvención, incluyendo los terrenos, la construcción del edificio y su equipamiento. Por su parte, la farmacéutica se comprometió a invertir 48 millones de euros.

En busca de un nuevo socio

Pero casi 8 meses después, el proyecto sigue siendo una fantasía. El “acuerdo inicial” de Rovi con la empresa estadounidense saltó por los aires la semana pasada. En realidad, nunca hubo pacto, sino simples “negociaciones”. Así se explica en la nota enviada a la CNMV el pasado 8 de febrero. Juan López-Belmonte, consejero delegado de Rovi, indicó en el comunicado: “No hemos podido llegar a un acuerdo con Novavax en los términos de la colaboración propuesta. Reiteramos nuestro compromiso para seguir adelante con nuestros planes de establecer una planta de fabricación en el territorio español y para este propósito Rovi buscará un nuevo socio. Estamos muy agradecidos al Gobierno español, que ya nos ha concedido un préstamo de 11,9 millones de euros”.

Es decir, el Gobierno y la Junta pagan mientras Rovi busca un nuevo socio extranjero que le aporte toda la tecnología y el conocimiento necesario para desarrollar la planta, que debe estar a pleno rendimiento en 2012, fabricando 6 millones de vacunas al mes. Desde el departamento de comunicación de Rovi se explicó a este diario que la farmacéutica no hace declaraciones al respecto, aunque se confirmó que los planes siguen adelante, a la espera de que se llegue a un acuerdo con otra empresa proveedora, realmente capaz de producir vacunas.

Y es que el posible fracaso de esta iniciativa supondría un duro golpe a la credibilidad de Jiménez, hasta ahora muy valorada por su gestión de la pandemia de gripe, y del ya cuestionado Griñán. Así, el mismo día que Rovi anunció el fin de las negociaciones con Novavax, la Junta de Andalucía aseguró que el proyecto “no corre ningún peligro”, porque hay “muchas empresas internacionales” que cuentan con la misma tecnología. Claro que, por ahora, se desconoce si están dispuestas a compartirla y a qué precio.

¿LA LEY ANTITABACO SIRVE PARA ALGO?

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¿1.500 muertes menos por la Ley antitabaco de 2005?

Al parecer, según los que han presentado un estudio de la Sociedad Española de Epidemiología sobre los efectos de la ley antitabaco de 2005, o según los periodistas que han asistido a la presentación, que nunca se sabe, dicha ley nos ha servido para reducir en 1.500 las muertes anuales relacionadas con el consumo de tabaco. ¿Será verdad?

Para comprobarlo, disponemos del texto completo del estudio, que gentilmente proporciona la SEE en su página web. Busquen, busquen en el texto una afirmación tajante como la de la evitación de 1.500 muertes. No la encontrarán. Lo más que encontrarán en las conclusiones del capítulo sobre los efectos de la ley para la salud es:


La entrada en vigor de la Ley 28/2005 parece que ha tenido efectos benefciosos para la salud de la población general, en términos de una reducción de los ingresos hospitalarios por infarto agudo de miocardio y de la morbilidad respiratoria de los trabajadores no fumadores del sector de la hostelería.

Y en las conclusiones del estudio:

5. La ley ha tenido un impacto positivo en la salud, específcamente en la reducción de los síntomas respiratorios en los trabajadores de la hostelería. Además, hay datos preliminares que sugieren una reducción de los casos de infarto de miocardio en la población general.

"Parece", "sugiere que". Y ninguna cifra en las conclusiones. ¿Y en el texto? ¿Cuál es la sustancia en que se basan esas conclusiones y, en particular, la afirmación de las 1.500 muertes evitadas? La siguiente, una sustancia más etérea que el humo del tabaco (mis negritas):

Para complementar esta información sobre morbilidad se presenta una estimación de la mortalidad atribuible al consumo de tabaco, para población general >= 35 años, asumiendo un escenario hipotético con una reducción de la prevalencia debida a la ley. Así, si la actual tendencia decreciente se acelerara gracias a la Ley 28/2005, y si la prevalencia en el año 2010 descendiera aproximadamente un 20% en términos relativos, la mortalidad atribuible al tabaquismo contaría con 1070 defunciones menos en hombres y 289 en mujeres (Tabla 5.1). De manera similar, si la prevalencia de exposición al HAT en los hombres entre 35 y 64 años se mantuviera hipotéticamente en los hogares y disminuyera un 80% en términos relativos en el ámbito laboral, la mortalidad atribuible al HAT descendería en 121 muertes anuales, mientras que en las mujeres de la misma franja de edad, asumiendo un descenso relativo del 25% (ya que parten de una prevalencia de exposición menor), la mortalidad atribuible descendería a 51 muertes (Tabla 5.1). De manera conjunta, la reducción en el consumo de tabaco y en la exposición al HAT tendría un impacto de 1482 muertes menos al año.

Sepan que HAT no es sombrero, sino Humo Ambiental del Tabaco.

Como ven por las negritas, se trata de un escenario hipotético, previsto para 2010, en el caso de que se cumplieran determinados supuestos. O sea, nada referido a lo que ha ocurrido, sino a lo que podría ocurrir. Y, en todo caso, los datos mezclarían dos efectos: el de la caída previa a la ley y el de la hipotética caída extra.

Lo mejor es que el supuesto fundamental (el que implica la caída de un mayor número de muertes), de reducción extra de la prevalencia del consumo de tabaco, no se sostiene ni con los datos del propio estudio. En el capítulo dedicado a los efectos de la ley en la prevalencia del consumo de tabaco se concluye (mis negritas):

Con la información disponible en la actualidad, los resultados no sugieren ningún impacto de la Ley 28/2005 sobre los indicadores de consumo de tabaco. En general, el descenso en la prevalencia de fumadores y en el número de cigarrillos consumidos, así como el aumento del abandono del tabaco, reflejan una continuación de la evolución temporal a corto y medio plazo observada antes de la entrada en vigor de la ley.

Repitan conmigo: "ningún impacto de la Ley 28/2005 sobre los indicadores de consumo de tabaco". La tendencia a la baja es previa a la ley y se ha mantenido después sin cambios discernibles.

Entonces, ¿en qué se basan para partir de la hipótesis de que la ley acelerará la caída en la prevalencia? En nada. Lo suponen y ya está.

Luego quieren que confiemos en los científicos....